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¿Qué no hacer en tiempos de mucho calor con nuestros perros?
El calor lo sufrimos todos. Nos cuidamos y protegemos de él, y lo mismo debemos hacer con nuestros perros.
El sentido común nos recomienda actitudes obvias, como no dejarlos encerrados en el coche (¡ni siquiera en la sombra!), ni en terrazas o balcones, ni en general, en ningún lugar expuestos al sol directamente. Por supuesto, siempre debemos procurar que estén hidratados, y que tengan agua fresca a su disposición.
En tiempos de mucho calor también os hacemos más propuestas:
Debemos seleccionar los horarios de los paseos, saliendo con nuestros perros en momentos de menos calor. Sugerimos que sea pronto por la mañana y al atardecer, cuando la puesta de sol permita que las temperaturas sean ya más llevaderas. Al mediodía podemos sacarlos a que hagan sus necesidades, dando un paseo breve y manteniéndoles atados si es necesario para evitar que se acaloren excesivamente por juegos y carreras con otros congéneres.
Si durante el paseo hay que tomarse un descanso, es bueno buscar lugares con sombra y lo más frescos posible. Nosotros y ellos estaremos más a gusto.
Las altas temperaturas que alcanzan el asfalto, las aceras y los suelos cementados pueden alcanzar temperaturas muy altas. Nosotros, al ir calzados, no lo tenemos presente. Pero a ellos sí les puede quemar las plantas de las patas, de la misma manera que nos pasa a nosotros en ocasiones en la arena de la playa. Desde luego es importantísimo evitar que el perro pise tapas de alcantarilla, pasarelas de obras y otros elementos metálicos que hay en las calles. Es un detalle importante y que es fácil que no lo tengamos presente, y que hace recomendable caminar por las zonas de sombra, más allá de evitar el calor de la exposición directa al sol.
Si el perro llega acalorado del paseo, lo mejor es dejarle que se refresque la boca con poca agua. Pasados unos veinte minutos (cuando veamos que el jadeo empieza a ser más calmado) sí le podemos dar acceso al agua. De esta manera evitamos una ingesta impulsiva y descontrolada de agua que puede llevar a regurgitarla y en razas grandes incluso a una torsión de estómago.
Es habitual ver a perros que hacen ejercicio en un parque y el dueño les da de beber en una fuente pública… En primer lugar se deben observar unas condiciones de higiene para el resto de ciudadanos (a veces son fuentes que utilizan los niños; lo ideal es llevar una bolsa pequeña que podemos llenar a modo de bebedero portátil y ofrecérsela al perro). Y en cuanto al perro, es bueno que “se moje los labios”, pero no que “se encharque” de agua ni durante el ejercicio ni recién acabado este, tal y como hemos comentado anteriormente.
Estamos seguros de que muchos ya tenéis en cuenta estos consejos que ayudan a pasar mejor las altas temperaturas y el verano. Pero como siempre, nuestra intención es la de aportar un granito de arena en pos del bienestar vuestro y de vuestros perros.
No dudéis en consultar en nuestra residencia canina de Barcelona.