Propuestas de actividades con tu perro

Estamos viviendo momentos en los que a todos nos toca contribuir con nuestra aportación: Debemos de quedarnos en casa, y eso supone un cambio de hábitos para todos.

Nuestros perros nos acompañan y, aunque esté permitido salir de paseo con ellos, también notan y perciben que las cosas no son como siempre: ninguno salimos de casa como era habitual, no hay entradas y salidas de los miembros de la familia, ni excursiones ni largos paseo, no hay otros perros con los que jugar y ni siquiera juegos con nosotros… Tampoco se quedan nunca solos en casa.

Sí que es cierto que él debe salir a la calle para, por lo menos, hacer sus necesidades. Ese puede ser un momento para distraeros juntos sin necesidad de soltarle ni hacerle correr, pues se está restringiendo cada vez más el estar en la calle.

Queremos daros una idea para que tanto vosotros como vuestros perros, aprovechéis al máximo de la compañía mutua que os hacéis: Los juegos de olfato. Siempre son divertidos, y cada vez más a medida que el perro progresa y los desarrolla mejor, y para ellos suponen un gasto alto de energía, pues el olfatear con intensidad consume mucha y los cansa.

Básicamente consiste en llevar un motivador o un juguete que se puede esconder detrás de un árbol, farola o cualquier obstáculo que esté cerca mientras él va oliendo para hacer sus necesidades; Cuando termine con sus obligaciones, se le puede animar para que lo busque.

El paso previo antes de jugar al escondite, y más cuando no el perro no tiene costumbre de olfatear, es “engolosinarle” con el motivador (el juguete u objeto que utilizaremos para el juego, siempre el mismo): se le debe enseñar moviéndolo y activándolo a la vez que motiváis al perro y le animáis, utilizando una palabra para que él la asocie: “¡busca la pelota!”, “¡mira la pelota!” “¿Dónde está la pelota?”… ¡Cualquiera que os guste!

Esta fase previa también se puede hacer en casa, guardando vosotros el juguete después de cada sesión.

Siempre podéis añadir algún olor al juguete; unas gotas (¡sólo 2 ó 3!) de esencia, o en su defecto, una colonia suave.

Una vez que el animal ya tiene pasión por su motivador en cada paseo, vais activando el juguete con vuestra “palabra clave”; Las primeras veces lo podemos depositar delante de su vista, o incluso tirarlo a una distancia de 2 ó 3 metros. Luego podemos simular descaradamente que lo escondemos para que él lo encuentre con facilidad, y progresivamente complicaremos la búsqueda. EL truco está en ir paso a paso, para que él siempre entienda la mecánica.

También podemos añadir más motivadores al juego, distinguirlos con distintos nombres y pedir que él los busque diferenciando uno de otro (¡Busca el muñequito! / ¡Busca la pelota! / ¡Busca el trapo!) y en el orden que queráis.

Es un juego que se puede hacer sin soltar al perro, sin necesidad de grandes espacios ni tampoco requiere mucho tiempo en la calle, así que cumple todos los requisitos. Sobretodo, el más importante: activar el instinto del perro, y esa es una muy buena forma para él de hacer ejercicio. Seguro que él disfrutará tanto como vosotros.

Esperamos que os guste la idea y que os divirtáis.

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